lunes, 8 de junio de 2009

No hay presente sin pasado

Hubo un día en el que podía decir la palabra amigos, en el sentido extenso de la palabra, en la que podía decir sin temor a equivocarme que había personas a las que importaba y que lucharían por mí y por sacarme adelante…

Hubo un día en que creí que podría con todo si tenía a gente a mi lado, en que pensé que había encontrado a las personas que te acompañan toda la vida, a las que les preocupas no porque estás cerca si no porque formas parte no de su vida sino de sus corazones (un lugar del que no se sale o al menos del mío no sale nadie que entra porque las cosas vividas no desaparecen aunque estén más lejanas).

Una vez pensé que no era cuestión de tiempo ni acciones sino de sentimientos…

Una vez…cuánto tiempo podría seguir diciendo esas palabras…

pero me equivoqué, por supuesto, como tantas otras veces en mi vida…

Cuando caes en la cuenta descubres que todo eso desapareció, no sabes muy bien cómo y te ves hablando con esas personas una vez al año por tu cumpleaños o el suyo y piensas: ¿y para qué? Para que molestarte en escribir, esas personas tienen una vida de la que tú no formas parte (por culpa de todos (no sólo de una persona), realmente no sabes (ni saben nada de ti) y aunque le deseas lo mejor del mundo, realmente eso no se aprecia con el detalle de una felicitación… y te cansas de ser falsa y dejas de pensar en ellas como amigas y se te cae la venda de los ojos y dices: son buenas personas, divertidas, alegres, han estado conmigo en muchas ocasiones y me han ayudado y han dado la cara por mí muchas veces pero ya no están…

quizás todo se reduce a que aún no he aprendido a despedirme bien como se suele decir…

o más bien a qué no quería despedirme pero al final no me ha quedado más remedio que asumir la realidad…

Si a todo ello, le añadimos las mentiras, la hipocresía, la falsedad, los lobos con piel de cordero, los chismorreos, los cotilleos, las malas lenguas y las malas ideas y las tergiversaciones… al final sólo quedas tú con un montón de malas miradas, con gente que te evita y con la sensación de ser una mala persona para que no quede prácticamente a tu lado salvo tu familia y tu chica (y aunque con eso es más que suficiente no puedes evitar pensar en qué has hecho tan sumamente malo para que no te merezcas ni lo más mínimo que exige la buena educación que es saludar y preguntar cómo va todo… y piensas: realmente tiene que ser todo culpa mía porque no hay nadie que tenga un buen recuerdo de ti, que se alegre de que te vaya bien, que sonría al pensar en los tiempos pasados y diga “le deseo lo mejor” y entonces piensas: si no has hablado mal de nadie sólo has dejado de formar parte de su vida y de hecho esperas que todo le vaya bien, ¿cómo ha podido pasar eso? ¿Qué tan mala eres? Sabes que no eres perfecta pero ¿tan mala?

Y asumes que las cosas son como son y están como están y de nada vale pensar en lo que fue y al final ha dejado de ser y entiendes que las personas que quedan son las que te aceptan tal y como eres y están dispuestas a luchar por lo que tienen contigo a pesar de las dificultades y de las demás sólo te queda pensar, x muy mal que me veas y pienses de mí, gracias por el tiempo vivido, por lo bonito que ha habido en nuestra relación y sin más, sé feliz…

Y a quién se ha quedado

GRACIAS!! por llenar mi vida de luz, de ilusión, felicidad, fuerza y AMOR, por luchar por mí cuando yo dejé de hacerlo, por hacerme reír incluso mientras lloraba, por creer en mí más que yo misma, por abrir tu corazón en el momento que menos lo esperaba y haber seguido buscando por cada rincón una vida conmigo, por darme en cada segundo lo que he necesitado aunque ni siquiera yo lo tuviera claro, por esforzarte en ver más allá del cristal traslucido a través del cual me reflejo, por cuidarme, amarme, protegerme y levantarme tras las caídas y GRACIAS por hacerme como soy porque, a pesar de los pesares y le pese a quién le pese, estoy orgullosa de quién soy y TÚ me has ayudado a ser como soy.

GRACIAS X LUCHAR A MI LADO MI VIDA